Durante el webinar de la semana pasada, «Tendencias en la gestión de recursos hídricos: Parte II», Douglas Whitfield (Director de Operaciones, South East Water Reino Unido) destacó las principales tendencias y desafíos que enfrentan las empresas de agua. También compartió su opinión sobre la propuesta «de la fuente al grifo», una estrategia para lograr la resiliencia en la gestión del agua.
En esta publicación, destacaremos 3 conclusiones del webinar de la semana pasada.
Tendencias en la gestión de los recursos hídricos
La crisis mundial del agua es una situación desesperante. Con la creciente amenaza del calentamiento global y la realidad del crecimiento de la población, nuestros suministros de agua dulce no serán suficientes para el futuro. Se estima que la mitad de la población mundial probablemente vivirá en cuencas fluviales teniendo escasez de agua para el 2025, y que el mundo enfrentará una insuficiencia de agua del 40% para el 2030.
La conservación del agua dulce y la mejora de los métodos actuales de gestión del agua se han convertido en las principales prioridades para garantizar el desarrollo a largo plazo de la humanidad y del medio ambiente.
La Gestión de los Recursos Hídricos es esencial para cualquier empresa de agua. Se trata de «el proceso de planificación, desarrollo y gestión de los recursos hídricos, en términos de cantidad y calidad del agua, en todos los usos del agua».
La resiliencia es fundamental para las planificaciones. Esto significa: resiliencia de las empresas de agua y sus suministros de agua; resiliencia para los clientes y el medio ambiente.
La planificación resiliente también es esencial para asegurar la estabilidad de los suministros de agua. Debemos considerar el crecimiento de la población y los cambios en la demanda, la variabilidad del clima, las sequias e inundaciones y otros eventos que pueden traer pérdidas en la disponibilidad de recursos.
Esta tendencia se torna cada vez más importante tanto por la calidad como por la cantidad de los recursos de agua bruta.
Desafíos para las empresas de agua
En la gestión de recursos, los desafíos varían según el tipo de la fuente. Pueden ocurrir de forma natural o histórica, por ejemplo, a partir de prácticas industriales o agrícolas que contaminan las aguas con pesticidas, nitratos y disolventes. Algunos de estos componentes se quedan en el sedimento (nutrientes heredados), aunque estas prácticas estén cambiando a lo largo del tiempo.
Los desafíos comunes incluyen la carga de nutrientes (especialmente nitratos y fosfatos), floraciones de algas, microplásticos, productos farmacéuticos, especies invasoras e cambios climáticos (a corto y largo plazo).
Con el calentamiento global, algunos de estos problemas se están agravando. Ya estamos siendo testigos del daño causado por la creciente amenaza de la floración de algas, que ponen en riesgo el suministro de agua potable, entre otros peligros.
Estos problemas se pueden abordar de forma reactiva o proactiva. Lo ideal sería que se cuidará del agua en la fuente con la misma importancia que se trata de la calidad final del agua.
Estrategia “de la fuente al grifo”. Agua bruta como una etapa del tratamiento
Según Douglas Whitfield, la industria del agua tenía una mentalidad, en el pasado, enfocada en «tratar para resolver» los problemas de calidad del agua bruta.
Sin embargo, en la última década la sostenibilidad ha sido un punto central en los nuevos planes y estrategias.
Por ejemplo, los Planes de Agua Potable (Drinking Water Plans) en el Reino Unido fueron desarrollados con la estrategia «de la fuente al grifo», donde se consideran: la captación, el proceso de tratamiento, la red de distribución y las necesidades del cliente.
Esta mentalidad permite a las empresas de agua tener una calidad y cantidad constante de agua bruta. Sin embargo, para lograr esto, debemos ver la gestión de esta agua como una etapa fundamental del tratamiento.
Con los eventos de algas nocivas, es esencial tratar el problema en la fuente para evitar la degradación de la calidad del agua y problemas adicionales en el proceso de tratamiento.
Tanto el monitoreo en tiempo real del recurso hídrico, como la capacidad de pronosticar floraciones dañinas u otros riesgos potenciales son esenciales para tratar el problema en la fuente. Los datos recopilados ayudan a eliminar estos riesgos en el agua bruta, lo cual es una estrategia eficiente y rentable.
Para terminar, las 3 conclusiones del webinar son:
- Por el momento, la resiliencia es la tendencia más importante en la gestión de los recursos hídricos;
- El mayor desafío al que se enfrentan las empresas de agua es lidiar con los nutrientes heredados de manera sostenible y, al mismo tiempo, ser proactivos con respecto a los riesgos futuros;
- Pensar en la gestión del agua bruta como parte del proceso del tratamiento es fundamental para la gestión sostenible de los recursos hídricos.