Los Grandes Lagos, la gran joya de la corona de Norteamérica y el mayor grupo de lagos de agua dulce del mundo, no sólo constituyen una fuente vital de agua dulce para millones de personas, sino que además forman un próspero ecosistema pleno de vida. Sin embargo, por muy impresionantes que sean, los Grandes Lagos se enfrentan a la creciente amenaza del impacto devastador de la contaminación por plásticos y la proliferación de algas nocivas. Estudios realizados desentrañan la compleja interacción entre estos dos problemas, arrojando luz sobre sus posibles consecuencias, que son mucho más graves de lo previsto.
Descubrimientos científicos
Investigadores de la Universidad Wayne State han adoptado un enfoque novedoso para estudiar la relación entre los microplásticos y las microalgas en los Grandes Lagos, cuestiones que tradicionalmente, habían sido examinadas de manera independiente. Sin embargo, Kishore Gopalakrishnan y Donna Kashian decidieron explorar qué ocurre cuando estos dos factores interactúan.
En sus experimentos de laboratorio, los investigadores descubrieron que los microplásticos favorecen el crecimiento de las microalgas. Realizaron pruebas combinando diferentes cantidades de microplásticos con algas en una serie de frascos expuestos sobre una mesa de laboratorio. Posteriormente recogieron muestras de las mezclas y las introdujeron en un citómetro de flujo. Este dispositivo proyectaba un haz de luz a través del fluido, facilitando la cuantificación de las células de algas.
En concreto, descubrieron que las algas verdes crecen más rápidamente en presencia de microperlas de polietileno de alta densidad, un tipo de plástico común. Del mismo modo, el contenido de carbono de los microplásticos favorece el crecimiento de las algas verdeazuladas.
Julie Peller et al. también estudiaron los efectos de la contaminación por microplásticos en los Grandes Lagos. Su investigación se enfocó en las microfibras y su impacto en las algas Cladophora, un tipo común de alga presente en estas aguas. Los hallazgos de Peller demostraron que las algas recogían grandes cantidades de microfibras, que probablemente llegaban a los sedimentos del lago.
“Todo está interconectado”
La interconexión del sistema acuático desempeña un papel fundamental en los esfuerzos constantes por comprender la contaminación del agua. Gopalakrishnan explicó que, cuando los microplásticos ingresan al agua, proporcionan una superficie para que las microalgas se adhieran y crezcan, lo que las hace más pesadas y hace que se hundan hasta el fondo. A su vez, esto puede hacer que las criaturas que se alimentan en el fondo confundan los microplásticos cubiertos de algas con comida. De esto modo, el plástico puede ingresar a la cadena alimentaria, acumularse en los peces más grandes y causar efectos adversos en la salud humana.
Esta situación pone de relieve la importancia de comprender las complejas relaciones entre los distintos elementos del ecosistema acuático. Los microplásticos no sólo afectan directamente a los organismos que los ingieren, sino que también repercuten indirectamente en toda la cadena alimentaria. La creciente presencia de microplásticos en los Grandes Lagos podría provocar alteraciones en el delicado equilibrio del ecosistema, poniendo en peligro diversas especies y la salud general de los lagos.
Acción colaborativa
A pesar de la alarmante situación, aún hay esperanza para el futuro. La investigación llevada a cabo por científicos de diversas instituciones nos está ayudando a comprender más acabadamente las intrincadas interacciones entre los distintos problemas medioambientales que afectan a las masas de agua de todo el mundo. Nuestro deber común es preservar estos recursos hídricos esenciales para las generaciones venideras.
Gobiernos, industrias e individuos deben emprender acciones colectivas para minimizar los residuos plásticos, mitigar los factores que contribuyen a las FAN (floraciones de algas nocivas) y apoyar la investigación de soluciones de vanguardia para gestionar estos problemas. Resulta necesario iniciar campañas de concientización pública para informar a la población acerca de las consecuencias de estos problemas medioambientales, e inspirar la adopción de prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
Los recursos hídricos son tesoros inestimables que no podemos darnos el lujo de perder. A medida que profundizamos en las conexiones ocultas entre los microplásticos y la proliferación de algas, es crucial que tomemos medidas decisivas para contrarrestar los daños y salvaguardar estas aguas vitales para las generaciones futuras. Uniendo nuestras fuerzas, podemos garantizar que nuestros preciosos recursos hídricos sigan siendo magníficos símbolos de belleza natural y líneas vitales esenciales para incontables seres vivos, incluidos los seres humanos, los animales y el medio ambiente.