Preservar y utilizar eficientemente los recursos hídricos es una prioridad global alineada con los objetivos de desarrollo sostenible. La calidad del agua es de gran importancia en los entornos industriales debido a su impacto en la eficiencia operativa, el cumplimiento de la normativa y la responsabilidad medioambiental.
La relación entre los niveles de pH y las algas es un problema a menudo subestimado, pero muy importante, para la calidad del agua en los entornos industriales. Las algas prosperan en entornos con niveles elevados de pH, ya que este entorno alcalino les proporciona unas condiciones óptimas para su crecimiento. Por consiguiente, los niveles elevados de pH pueden favorecer la proliferación excesiva de algas, lo que provoca una serie de problemas en los sistemas de aguas industriales.
En este artículo, exploramos la intrigante interacción entre las algas y los niveles de pH en el contexto de la gestión de las aguas industriales.
Niveles de pH Desvelados
El pH, o “hidrógeno potencial”, es una medida de la acidez o alcalinidad del agua y desempeña un papel crucial en la gestión del agua industrial. Es una escala logarítmica que va de 0 a 14, siendo 7 neutro, los valores inferiores a 7 indican acidez y los superiores a 7 alcalinidad. En el contexto del agua industrial, mantener el nivel adecuado de pH es fundamental. El agua con valores extremos de pH puede corroer tuberías y equipos, lo que conlleva un mantenimiento costoso y una menor eficacia operativa.
Floraciones de Algas: El Desafío Invisible
Lo que hace que los niveles de pH resulten especialmente intrigantes en la gestión de aguas industriales es su papel en el fomento del crecimiento de algas. Las especies de algas prosperan en entornos alcalinos o de pH alto y pueden producir olores a moho y agotamiento del oxígeno, lo que complica la calidad del agua. Cuando estas algas mueren, su biomasa se acumula en forma de lodo, lo que plantea problemas de mantenimiento.
Además, la presencia de algas en aguas industriales puede llevar a una situación en la que el propio proceso de crecimiento de las algas, concretamente a través de la fotosíntesis, provoque una elevación de los niveles de pH. Las algas, mediante la fotosíntesis, liberan oxígeno en el agua. Este exceso de oxígeno puede elevar los niveles de pH, haciendo que el agua sea más alcalina. Los niveles elevados de pH pueden provocar la corrosión de equipos y tuberías, creando más problemas operativos.
El Imperativo Industrial: Controlar el pH y las Algas
La vigilancia y el control de los niveles de pH son cruciales para prevenir la proliferación de algas. No controlar los niveles de pH puede provocar daños en los equipos, aumentar los costes, incumplir la normativa y perjudicar al medio ambiente.
La proliferación de algas puede tener un impacto significativo, empujando los niveles de pH más allá de los límites permisibles establecidos por los organismos reguladores como el Sistema Nacional de Eliminación de Descargas Contaminantes (“National Pollutant Discharge Elimination System”, NPDES). La imposibilidad de efectuar vertidos también podría provocar daños en los equipos, con el consiguiente aumento de costes para la planta.
El Papel de la Tecnología: Soluciones Avanzadas para la Calidad del Agua Industrial
Los tratamientos químicos son eficaces y ofrecen resultados rápidos, pero matan las algas cuando ya han crecido y han causado problemas. Hay que dosificarlos con frecuencia y no son seguros para el medio ambiente. Además, los productos químicos pueden causar corrosión y otros problemas en las plantas de tratamiento de aguas. Algunos pueden incluso elevar los niveles de pH.
La tecnología moderna ofrece una serie de soluciones avanzadas para gestionar eficazmente los niveles de pH y el crecimiento de algas. La implementación de sistemas de monitorización continua y control automatizado como MPC-Buoy de LG Sonic puede garantizar ajustes en tiempo real para mantener los niveles de pH deseados y controlar las algas sin utilizar productos químicos.
Aplicaciones Reales: La Intersección del pH, las Algas y las Aguas Industriales
Comprender la relación entre el pH y las algas es vital, pero ¿cómo se traduce en aplicaciones reales en entornos industriales? Tomemos como ejemplo las Instalaciones de generación de energía. Los estanques de refrigeración desempeñan un papel crucial en la generación de energía, pero el crecimiento excesivo de algas puede hacer que los niveles de pH superen los límites permitidos. Para cumplir la normativa, las centrales eléctricas deben aplicar estrategias para gestionar las algas y ajustar los niveles de pH antes de verter el agua de refrigeración.
NIPSCO, una central eléctrica de Estados Unidos, aplicó con éxito las soluciones MPC-Bouy en su embalse. NIPSCO utiliza un gran embalse para sedimentar los sólidos en suspensión antes de devolver el agua al río Kankakee. Esta agua es rica en nutrientes, lo que provoca el crecimiento de algas a un ritmo no deseado. Las algas tienen un efecto directo en los niveles de pH y SST del agua. NIPSCO inició su cooperación con LG Sonic con el objetivo principal de reducir los niveles de SST para cumplir los límites de vertido reglamentarios del NPDES. Tras instalar las unidades, consiguieron reducir el alguicida y eliminaron un producto químico bloqueador de UV de su programa de tratamiento. El resultado fue una mejora de la calidad del agua y un impacto medioambiental positivo. NIPSCO calculó que con la tecnología de LG Sonic, sólo por la reducción de productos químicos, el retorno de la inversión en MPC-Buoys sería inferior a 2 años, lo que demuestra que el uso de tecnología avanzada para tratar los problemas de pH y algas no sólo es bueno para las operaciones, sino que también tiene sentido desde el punto de vista financiero y medioambiental.
Conclusión
En la gestión de aguas industriales, es crucial comprender la relación entre los niveles de pH y las algas. Como hemos visto, mantener el equilibrio entre el pH y el crecimiento de algas puede evitar daños en los equipos, reducir los costes de mantenimiento, garantizar el cumplimiento de la normativa y proteger el medio ambiente. Al adoptar tecnologías avanzadas y estrategias proactivas, las industrias pueden navegar por esta relación dinámica, garantizando la salud y la sostenibilidad de sus sistemas de agua y avanzando al mismo tiempo en sus objetivos operativos.