Las algas son un elemento en común en todos los ecosistemas marinos y de agua dulce, y desempeñan un papel importante tanto en la producción pesquera costera como en el funcionamiento de los ecosistemas. Sin embargo, también pueden ocasionar graves problemas medioambientales.
Las floraciones de algas se producen cuando éstas crecen rápidamente, formando manchas densas y visibles en la superficie de las masas de agua. Aunque algunas floraciones de algas son inofensivas, otras pueden liberar toxinas nocivas para la vida marina y los seres humanos. Por ello, se las suele conocer como Floraciones de Algas Nocivas (FAN).
Como todos sabemos, nuestro mundo está cambiando rápidamente, y factores como el cambio climático influyen en todos los procesos naturales. Entonces, ¿cómo afecta el cambio climático a las floraciones de algas?
Más floraciones
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature sugiere que el calentamiento del planeta ha provocado un importante aumento en la cantidad de floraciones de algas visibles. Esta investigación analizó datos satelitales de las dos últimas décadas y descubrió que se produjeron floraciones de algas en 126 de los 153 países costeros examinados y que tanto su extensión como su frecuencia aumentaron significativamente durante el periodo de estudio. De hecho, a escala mundial, la extensión espacial y la frecuencia de las floraciones de algas aumentaron un 13,2% y un 59,2%, respectivamente. Sin embargo, las zonas tropicales y subtropicales del hemisferio norte experimentaron un descenso en la incidencia de las floraciones.
Si bien hace tiempo que se predice que el cambio climático puede producir un aumento de la frecuencia e intensidad de las floraciones de algas, pocos estudios han logrado esbozar un panorama verdaderamente global. El objetivo de esta nueva investigación es cubrir este faltante de conocimientos sobre las variaciones en la aparición global, la frecuencia y las causas de las floraciones de algas en las regiones costeras, que a su vez resultan difíciles de caracterizar a gran escala debido a su heterogeneidad en espacio y tiempo. Aunque la proliferación de algas puede ser beneficiosa por fijar el carbono y favorecer la pesca y los ecosistemas costeros, también puede ser perjudicial y causar problemas ambientales como el agotamiento del oxígeno en aguas profundas, que provoca mortandad de peces e invertebrados, y la acumulación de toxinas en la cadena alimentaria, que causa enfermedades o incluso la muerte en los seres humanos y en poblaciones de especies marinas.
El cambio climático
Intentos previos de monitorear y analizar las floraciones de algas a escala mundial se han visto limitados por la inconsistencia de los esfuerzos de muestreo, la diversidad de los efectos ecoambientales o socioeconómicos y las dificultades técnicas para lidiar con rasgos visualmente complejos en los diversos tipos de aguas costeras. Por ello, los autores desarrollaron un nuevo método para cartografiar las floraciones de algas costeras a escala mundial utilizando datos satelitales obtenidos entre 2003 y 2020. El estudio pretendía responder a tres preguntas fundamentales: (1) dónde y con qué frecuencia se han visto afectados los océanos costeros mundiales por las floraciones de fitoplancton; (2) determinar si las floraciones se han expandido o intensificado en las dos últimas décadas, tanto a escala mundial como regional; y (3) la identidad de los posibles factores que impulsaron su desarrollo.
El estudio también analizó los diversos factores que contribuyen al aumento de la frecuencia y distribución de las floraciones de algas en el océano. Uno de estos factores es la temperatura de la superficie del mar (TSM), donde pudo determinarse que en regiones de alta latitud (>40° N), como la corriente de Alaska, la corriente de Oyashio y el mar Báltico, muestran correlaciones positivas significativas entre la frecuencia media anual de las floraciones y la TSM. Los cambios climáticos también pueden afectar a la circulación oceánica y alterar la mezcla oceánica, lo que puede impulsar el crecimiento del fitoplancton marino y la formación de floraciones de algas. El estudio también demostró que los fenómenos climáticos globales y los cambios en el enriquecimiento antropogénico de nutrientes pueden haber contribuido a la evolución de las floraciones. Por ejemplo, el descenso de la frecuencia de las floraciones en el Mar Arábigo podría deberse a la disminución del uso de fertilizantes en los países circundantes, a la vez que el crecimiento de las floraciones en algunos países asiáticos podría atribuirse su aumento en el uso de fertilizantes. Además, la intensificación de la acuicultura en algunos países puede estar relacionada con el aumento de la incidencia de las floraciones.
Es importante señalar que los criterios de detección de las floraciones de algas pueden no captar la total magnitud de su incidencia debido a factores como la sensibilidad de los sensores utilizados y los umbrales de los algoritmos. En consecuencia, muchas floraciones más pequeñas podrían haber pasado desapercibidas, ofreciendo una imagen más positiva que la realidad. A pesar de estas limitaciones técnicas, las métricas coherentes y el análisis exhaustivo del estudio demuestran un preocupante aumento mundial de las floraciones de algas en zonas costeras.
Más allá de las floraciones marinas
Además, aunque el estudio citado se enfocó principalmente en el impacto de la proliferación de algas en ecosistemas marinos, las conclusiones también tienen implicaciones para los sistemas de agua dulce. El aumento de las floraciones de algas podría provocar el agotamiento del oxígeno en lagos y ríos, creando “zonas muertas” donde los peces y otras formas de vida acuática no pueden sobrevivir. Además de las repercusiones medioambientales y sanitarias de las FAN también pueden tener importantes consecuencias económicas. Por ejemplo, pueden provocar el cierre de pesquerías y explotaciones acuícolas, con la consiguiente pérdida de ingresos y puestos de trabajo. Finalmente, el costo de las medidas para contrarrestar las floraciones de algas nocivas también puede ser considerable, incluyendo los esfuerzos de vigilancia y mitigación.
Estos hallazgos podrían ayudar a identificar las zonas de riesgo de proliferación de algas, priorizar los esfuerzos de vigilancia y fundamentar las estrategias de gestión y mitigación para proteger los ecosistemas acuáticos, la pesca y los recursos costeros de los efectos negativos de las FAN.
Dados los riesgos potenciales asociados a la proliferación de algas, resulta esencial disponer de sistemas adecuados de vigilancia y alerta temprana. Por ejemplo, el uso de MPC-Buoy y LG Sonic Sensores Remotos puede brindar la capacidad de monitoreo en tiempo real de los parámetros de calidad del agua, permitiendo la detección temprana de posibles floraciones de algas. Además, la adopción de medidas proactivas, como la implantación de sistemas eficaces de vigilancia y alerta temprana, podemos mitigar los riesgos asociados a las floraciones de algas y proteger la salud de nuestros ecosistemas marinos y de agua dulce.
El estudio subraya la urgente necesidad de hacer frente al cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si actuamos para frenar el calentamiento global, podremos ayudar a proteger nuestros océanos y lagos de los efectos nocivos de la proliferación de algas y garantizar un planeta sano para las generaciones futuras. Además, mediante la creación de un sistema integral de vigilancia y alerta temprana, podremos gestionar las proliferaciones de algas a medida que se produzcan.