En Argentina, las algas verde azuladas han hecho su aparición en varios lagos y lagunas. No solo huelen mal, sino que obstaculizan el crecimiento de plantas acuáticas, amenazan la vida marina y causan problemas de salud en los seres humanos debido a la liberación de cianotoxinas. Además, los excesos de floración también afectan las zonas pesqueras y turísticas locales.
Paraná Delta and Río de la Plata
Este año, el Delta del Paraná y partes del Río de la Plata se contaminaron con cianobacterias, que tiñeron de verde las aguas.
Los expertos en salud han estado vigilando el Delta, y se advirtió a los residentes que no entraran ni utilizaran el agua de las costas e islas de Escobar, Tigre y San Fernando.
Recientemente, las alertas se levantaron, ya que el clima cambió y las algas retrocedieron. Sin embargo, la gente se pregunta ahora por qué pueden bañarse en el Delta del Paraná y no en el Río de la Plata. La razón es la contaminación por residuos industriales y cloacales, y las fuertes corrientes.
El Río de la Plata puede considerarse un río, un estuario, un golfo o un mar marginal. Nace en la confluencia de los ríos Uruguay y Paraná, en Punta Gorda, y desemboca en el océano Atlántico Sur.
La propagación de cianobacterias y la formación de floraciones son eventos esperados en Argentina y sus alrededores. Como no existe una solución única, se necesita una combinación de diferentes métodos. (Clarin)
Rio Gualeguaychú
En el río Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, el problema de la alga verde-azul es innegable. Las algas crecen y se propagan rápidamente en las zonas de playa. Testigos aseguran que las floraciones ocurrieron con la crecida del río, en lugares donde el agua permanecía estancada.
Los especialistas advirtieron a las personas que eviten cualquier contacto con el agua, ya que su color indica la presencia de cianobacterias, que pueden ser neurotóxicas y hepatotóxicas.
El contacto con este tipo de agua provoca problemas de salud, que van desde reacciones leves (picor, ardor e irritación de las mucosas de oídos, ojos y nariz, náuseas), hasta reacciones moderadas y graves (diarrea, vómitos, mareos, alergias, hemorragia hepática, e insuficiencia renal/respiratoria). (Maxima Online)
Laguna El Viborón
En la laguna El Viborón, Maipú, la aparición de peces y aves muertos motivó a la dirección general de riego a monitorear e investigar la laguna semanalmente.
Aún no se ha determinado si los trágicos acontecimientos son consecuencia de la proliferación de algas nocivas o no. En la actualidad, el departamento se encuentra a la espera de los resultados del análisis que concluya si las especies de algas presentes en la laguna son tóxicas.
Hasta el momento se han realizado tres inspecciones. En cada una de ellas se midió la conductividad, pH y niveles de oxígeno, y se tomaron muestras fisicoquímicas y agroquímicas. Se ha determinado que el agua tiene una alta concentración salina y bajos niveles de oxígeno. (El Sol)