Los niveles de contaminación del agua están aumentando rápidamente, lo que conlleva un grave riesgo de complicaciones sanitarias serias para miles de millones de personas. En todo el mundo, más de 3,000 millones de personas (casi el 40% de la población mundial) corren el riesgo de contraer enfermedades debido a la contaminación del agua y a la falta de datos sobre la calidad de sus ríos, embalses y otras fuentes de aguas superficiales. Es un problema que, además de amenazar la salud humana, contribuye a la escasez de agua y al daño generalizado de los ecosistemas, creando un reto complejo que exige medidas urgentes. Sin embargo, es un problema abordable. De ahí que las acciones impulsadas por la comunidad para enfrentar la contaminación de las aguas superficiales se conviertan en una necesidad imperiosa.
Educándonos a nosotros mismos y a los demás, podemos desmitificar el problema, aclarar las soluciones y empoderarnos mutuamente para actuar. A lo largo de este artículo, exploramos los múltiples aspectos de la contaminación del agua. Haciendo hincapié en cómo las acciones individuales, las iniciativas de base y la colaboración entre comunidades y gobiernos crean un efecto dominó de cambio positivo.
Entender la contaminación del agua
Las aguas superficiales, como ríos, lagos y humedales, se contaminan fácilmente con un exceso de nutrientes, aguas residuales y sustancias químicas nocivas a través de los residuos plásticos, las escorrentías agrícolas y los vertidos industriales. La escorrentía de los fertilizantes, en particular, ricos en nitrógeno y fósforo, a menudo alimenta el crecimiento excesivo de algas, creando florecimientos de algas nocivas (FANs) que bloquean los cursos de agua, perturban los hábitats acuáticos y ponen en peligro la salud pública. Para los países de bajos ingresos, en los que el 80% de los puestos de trabajo dependen del agua, incluso pequeños aumentos de la contaminación del agua amenazan el empleo, las infraestructuras y la estabilidad económica.
Aunque es difícil precisar un porcentaje exacto, las acciones individuales desempeñan un papel importante en la contaminación del agua. La eliminación inadecuada de la basura, el uso excesivo de productos químicos domésticos y la mala gestión de los residuos de jardinería contribuyen a que la escorrentía contamine las vías fluviales.
Empoderar a las personas: Pequeñas acciones, gran impacto
A medida que se generalizan las acciones comunitarias para hacer frente a la contaminación de las aguas superficiales, a continuación se indican algunas medidas sencillas que podemos adoptar para reducir nuestro impacto en la contaminación del agua:
- Utilizar productos ecológicos: Los detergentes, jabones y productos de limpieza de uso general fabricados con ingredientes de origen vegetal evitan que el exceso de fosfatos y ftalatos (que contribuyen a la aparición de FANs y alteran el sistema endocrino de los organismos acuáticos) penetre en las vías fluviales.
- Minimice el uso de fertilizantes y opte por alternativas orgánicas: El exceso de fertilizantes procedentes de céspedes, jardines y campos de cultivo es una de las principales fuentes de contaminación por nutrientes, que alimenta los florecimientos de algas nocivas (FANs) en lagos y embalses. Elija fertilizantes orgánicos o de liberación lenta, aplíquelos con moderación y evite utilizarlos antes de las tormentas para evitar la escorrentía de nutrientes a las vías fluviales. Mejor aún, considere la posibilidad de ajardinar con plantas autóctonas que requieran menos mantenimiento y fertilizantes.
- Gestione adecuadamente los excrementos de las mascotas: Los excrementos de las mascotas contienen nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, que contribuyen a los florecimientos de algas cuando se vierten en los desagües pluviales o en las vías fluviales. Recoja siempre los excrementos de sus mascotas y deposítelos en las papeleras designadas. Esta sencilla medida no sólo mantiene limpios los barrios, sino que también ayuda a reducir la carga de nutrientes en los cuerpos de agua cercanos.
Escorrentía rica en nitrógeno y fósforo procedente de los campos agrícolas que desemboca en un gran embalse.
Iniciativas de base
Además de hacer cambios en casa, puedes actuar participando en proyectos impulsados por la comunidad, como campañas de limpieza, promoción de políticas y programas de ciencia ciudadana.
Un ejemplo destacado procede de Natuur & Milieu, una organización medioambiental neerlandesa con más de 50 años de experiencia en la promoción de la sostenibilidad. En 2019, se asociaron con el Instituto de Ecología de los Países Bajos (NIOO-KNAW) para lanzar la campaña “Atrapa a los monstruos del agua”.
Esta iniciativa empoderó a los ciudadanos para hacerse cargo de la calidad del agua local convirtiéndose en científicos ciudadanos capacitados. Equipados con la formación de NIOO-KNAW, los participantes salieron a la calle (o a los arroyos, en este caso) para recoger muestras de pequeños cuerpos de agua, evaluando la claridad del agua y los grupos de plantas acuáticas.
A lo largo de cinco años, más de 800 científicos ciudadanos midieron más de 9,200 pequeñas masas de agua, creando un mapa interactivo de la calidad del agua de todo el país y colmando las lagunas de la base de datos nacional. Sus hallazgos, que revelaron que sólo el 20% de las aguas pequeñas de los Países Bajos cumplen normas de calidad aceptables, proporcionaron a Natuur & Milieu y a otros grupos de defensa los datos necesarios para presionar con éxito en favor de políticas de aguas más estrictas y acordes con la Directiva Marco del Agua de la UE.
Dos niñas de la campaña «Atrapa a los monstruos del agua» recogen muestras de agua.
Los movimientos de base creados por Natuur & Milieu desempeñan un papel crucial a la hora de responsabilizar a gobiernos y empresas, amplificando las voces de la comunidad y exigiendo medidas a través de la defensa, la presión pública y la recopilación de datos. Estos esfuerzos no sólo ponen de relieve las preocupaciones locales, sino que también impulsan el cambio sistémico, presionando a los responsables políticos y a las industrias para que den prioridad a las prácticas sostenibles y apliquen normativas medioambientales más estrictas.
Inspirar un efecto multiplicador
La educación y las iniciativas comunitarias son poderosas para crear un cambio generalizado en la lucha contra la contaminación del agua. Al concienciar sobre sus causas e impacto, estos esfuerzos empoderan a las personas para que actúen e inspiren a otros a hacer lo mismo. Cuando se combinan con tecnologías innovadoras como los dispositivos de ultrasonidos y de monitoreo de la calidad del agua de LG Sonic, los proyectos comunitarios tienen un potencial aún mayor para transformar las prácticas de gestión sostenible del agua y las reformas políticas.
Mediante la recopilación de datos esenciales y la movilización del apoyo público, proyectos como “Atrapa a los monstruos del agua” de Natuur & Milieu proporcionan la influencia necesaria para empujar a los gobiernos y las empresas hacia una mayor responsabilidad. Nos recuerdan que las soluciones no sólo vienen de arriba abajo, sino que crecen desde la base, impulsadas por comunidades apasionadas que se unen por una causa común.
Conclusión
Limpiar el agua de nuestro planeta puede parecer un reto imposible, pero tanto los esfuerzos individuales como los colectivos ofrecen esperanza. Cada pequeña acción, ya sea utilizar productos respetuosos con el medio ambiente, participar en una limpieza local o abogar por una normativa mejor, contribuye al efecto dominó del cambio. La marea de la contaminación del agua puede cambiar, y todo empieza cuando cada uno de nosotros da un pequeño paso hacia un planeta más sano.